El abogado actual posee un enfoque global: está conectado al mundo jurídico en todo momento y posee un amplio directorio de contactos internacionales, a quienes valora como muy necesarios. Las nuevas tecnologías son sus aliadas, ya que interactúa con ellas cuando debe revisar casos o sentencias. Así lo señala el doctor Justo Balmaceda, director interino de la carrera de Derecho de la Universidad San Ignacio de Loyola (USIL).
La globalización multiplica la complejidad de las relaciones jurídicas entre personas y empresas. En ese contexto, el abogado global debe tener habilidades para la redacción de informes legales, capacidades de comunicación oral, manejo de idioma inglés y una formación académica en materias de comercio y derecho internacional, entre otros. Así lo indica Beatriz Miranda, directora académica de la carrera de Derecho de UPC.
ÉTICA Y RETOS
Aunque la versatilidad es necesaria, la ética es indispensable en el trabajo del abogado. Cuando se defienden las causas justas, se logra la paz social. “Lo bueno, lo malo, lo perfecto o imperfecto, lo legal y lo ilegal son parte del mundo del ser humano y lo jurídico no escapa a esa realidad. La confianza en las relaciones humanas, contractuales, laborales y profesionales es clave. No podemos dudar del compañero ni de la contraparte o buscar el facilismo en los trámites”, comenta Balmaceda.
Alonso Gurmendi, profesor de Derecho de la Universidad del Pacífico, afirma que “el alumno debe entender la ética no como un curso, sino como un principio transversal de su educación, que esté inserto también en otras actividades desarrolladas durante su vida académica y profesional. La corrupción generalizada de las instituciones y de las personas que las conforman es el principal obstáculo contra el que deben combatir los abogados.
Balmaceda considera que una política legislativa y otra estatal serán esenciales para que los actuales y futuros profesionales colaboren con la mejora de este estándar del comportamiento humano. Deben cultivar valores que les permitan hacer frente a la corrupción.
CAMBIOS EN LA FORMACIÓN
Miranda señala que el cambio más significativo en la formación de abogados radica en que los conocimientos jurídicos teóricos y sólidos ya no son suficientes. Es clave tener competencias y habilidades para resolver efectivamente todos los casos posibles. Se requieren aprendizajes colaterales de liderazgo, manejo de equipos de trabajo interdisciplinarios, capacidad de reacción rápida y una actitud crítica.
EL DERECHO DE HOY
-Las especializaciones profesionales, como el Derecho Internacional de los Negocios o Derecho de las TIC, son exigencias de nuevas concreciones normativas, realidades laborales y formas de realizar el trabajo.
-Las ramas jurídicas son las mismas, solo que ahora se han internacionalizado.
-El trabajo en equipo no se limita al país, sino que es internacional y multidisciplinario.
-La especialización conlleva la necesidad de hacer sinergia para emprender un trabajo y encontrar soluciones más completas, desde varios ángulos o puntos de vista.
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