lunes, 4 de febrero de 2013

La oferta de técnicos no cubre necesidades del país



Con futuro. Los jóvenes deben aprovechar el crecimiento de la inversión en sectores claves de la economía que requieren personal técnico capacitado.
 Con futuro. Los jóvenes deben aprovechar el crecimiento de la inversión en sectores claves de la economía que requieren personal técnico capacitado.
El viernes último, 1.000 jóvenes se graduaban de un programa de gobierno que busca capacitarlos en especializaciones como soldadura, instalación de gas o maquinaria pesada que la empresa privada requiere.
      Sin restarle méritos a esta capacitación relámpago de tres meses, resulta insuficiente para contribuir a la profesionalización de la formación técnica en el país.
      En este sentido, el sistema peruano ofrece 1.770 Centros de Educación Técnico Productiva (CETPRO) y 952 Institutos de Educación Superior Tecnológica (IEST).
      El egresado de un CETPRO, al año de formación, puede optar por el título de auxiliar técnico y si decide estudiar dos años obtendrá el título de técnico. Este reconocimiento le permite convalidar sus estudios en un IEST (tres años  mínimos de formación) y con un año más de preparación logra el título de profesional técnico.
      "En los últimos años se ha producido un crecimiento significativo de IEST, pero el 51% de las grandes empresas manifiestan que no encuentran personal capacitado, mientras que el 48% de los egresados universitarios sostienen que su primer empleo no coincide con lo que estudiaron. Hay un divorcio entre la oferta educativa y la oferta de empleo", dice Otto Frech, director general de Tecsup.
Las últimas cifras del Censo Educativo, correspondientes al 2011, indican que ese año se graduaron 91.276 alumnos de los IEST y otros 433.788 se capacitaron en los CETPRO.
      Los IEST en el país brindan los siguientes grupos de carreras: Administración y Comercio; Actividades agrarias, Actividades marítimo pesqueras; Artes gráficas; Computación e informática; Comunicación, imagen y sonido; Construcción; Electricidad y electrónica.
      Además de Estética personal, Hostelería y turismo; Industrias alimentarias; Mecánica y metales; Mecánica y motores; Minería; Química; Salud; Servicios sociales y asistenciales; Textil y confección, y Actividades deportivas.
      Pilar Saavedra Paredes, directora de Educación Superior Tecnológica y Técnico Productiva del Ministerio de Educación, señala que "los profesionales técnicos que se insertan laboralmente deben contribuir al mejoramiento de la competitividad que asegure el crecimiento económico".
      Los principales IEST como SENATI (11.000 egresados en el 2012) y TECSUP (3.700) comienzan a encaminar sus carreras hacia lo solicitado por el mercado laboral.
      "Actualmente hay una limitación respecto a las posibilidades de crecimiento o continuidad académica en la oferta educativa técnico profesional", reconoce Saavedra Paredes.
      "En el modelo educativo actual un estudiante que sigue una carrera de tres años debe empezar de nuevo una carrera universitaria si quiere continuar su desarrollo profesional. Esto solo beneficia a las universidades que lanzan programas con horarios especiales para la gente que trabaja", coincide Otto Frech.
      Sin embargo, que los jóvenes opten por  una carrera tecnológica o una opción ocupacional es una decisión audaz e inteligente porque asegura inserción laboral rápida.
      "Si los jóvenes fueran más conscientes de la importancia del rol económico y social de la educación técnica, que se convirtió en el motor del crecimiento del país, podrían sentirse más animados en decidirse por ésta", afirma la funcionaria del MINEDU.
CREAR VICEMINISTERIO
      Una medida importante del Estado para tratar de empoderar la formación técnica estaría en la creación del Viceministerio de Educación Superior, que colocaría a la educación superior tecnológica y técnico productiva en la agenda de prioridades, como lo tiene ahora la educación básica.
      "Se necesita mayor rectoría en la educación superior para que permita avanzar en la generación de oportunidades formativas para los jóvenes y definir los mecanismos de articulación con la educación básica y otras instancias comprometidas con la ciencia y la tecnología", explica Saavedra.
       Lo interesante de la demanda de técnicos es que el sector empresarial del país está cada vez más interesado en construir una oferta formativa pertinente y de calidad.
      Las empresas deben ser aliados estratégicos para la implementación de la tecnología, porque los centros de formación no tienen la capacidad de renovar constantemente su equipamiento, mientras que las empresas sí pueden hacerlo, para que los estudiantes puedan desarrollar sus prácticas profesionales.
      A criterio de Otto Frech, las empresas deberían ser actores relevantes en el diseño de los planes curriculares de las carreras profesionales y tener participación activa en Consejos Directivos, Comités Técnicos Consultivos u otros mecanismos que el Estado proponga a las instituciones educativas.
Técnicos ganan mejores sueldos 

      Según Otto Frech de Tecsup, a pesar de las oportunidades en la oferta y el atractivo rango de sueldos al que puede aspirar un técnico profesional egresado –fluctúa entre US$15.000 y US$ 25.000–, las IEST se enfrentan a un problema mayor: las carreras técnicas de ingeniería no son atractivas para los jóvenes. El interés por estas carreras representa menos del 30% de los postulantes a ingeniería en las universidades.
      Hace días, el director Nacional del SENATI, Jorge Rivera, señaló que en el Perú se necesita aproximadamente 300.000 técnicos al año debido al crecimiento económico y los grandes requerimientos de la industria, la minería, la petroquímica, la agroexportación, la construcción, y técnicos para la industria alimentaria y la rama automotriz.
Los técnicos, se señaló, ganan mejores sueldos.



     

   

   


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