Educar al niño o la niña puede ser algo complicado, no siempre es fácil. A veces los niños y niñas no parecen atender a razones, aunque intentemos explicárselo, o razonar con ellos, siempre parecen no atender a razones. En muchas ocasiones podemos perder los nervios, ante esta situación puede parecer que usar la violencia física moderada puede resultar útil para corregir la conducta.
Pegar a los niños no sirve
Cuando golpeamos a un niño estamos haciendo uso de la violencia. Cualquier tipo de violencia es condenable, y en especial cuando la violencia se dirige a los niños y las niñas, ya que son los sujetos más vulnerables de la sociedad. No debemos pegar a los niños y las niñas, porque pegar no sirve para corregir el comportamiento y además de ello atentamos contra su integridad.
Pegar a los niños no sirve para corregir su conducta. En primer lugar debemos comprender el desarrollo de los niños, desde que nacen comienzan un camino de desarrollo y aprendizaje, en este desarrollo también irán desarrollando poco a poco su conducta. Debemos comprender que los niños y las niñas no nacen sabiendo comportarse, y que poco a poco irán aprendiendo diferentes formas de actuar. Es por ello que lo primero que tenemos que tener en cuenta es que no se trata de corregir la conducta, sino de enseñarles una forma más apropiada de comportarse.
Por otro lado, debemos comprender que se trata de niños y niñas y que es normal que a veces se comporten mal, estén alterados, etc.
Pegar a los niños solo nos sirve para crear miedo además de otras consecuencias negativas.
¿Por qué no debemos pegar a los niños?
- No debemos pegar a los niños porque al hacerlo estamos ejerciendo un acto de violencia sobre ellos.
- No debemos pegar a los niños porque dejamos de respetarles al hacerlo.
- No debemos pegar a los niños, ya no por el daño físico, sino por el daño emocional que deja una huella permanente.
- No debemos pegar porque al hacerlo creamos miedo y no aprendizaje.
- No debemos pegar a los niños porque al hacerlo contribuimos a generar la violencia.
- No debemos pegar porque al hacerlo dañamos su autoestima.
- No debemos pegar a los niños porque con cada golpe les enseñamos como deben comportarse.
- Pegar a los niños no educa, en muchas ocasiones en lugar de reducir las conductas indeseadas, conseguimos multiplicarlas.
- Los efectos secundarios de pegar son muchos y muy perjudícales: entre otras cosas aprenden a actuar en función del miedo y de las consecuencias negativas, pero no hacen una verdadera reflexión sobre su conducta.
- Cuando pegamos a un niño, éste no entiende que es lo que ha hecho mal, que es lo que se espera que haga.
- Pegar no es educativo. Pegar es ejercer violencia sobre los niños que son los más vulnerables. Pegar es un acto que genera miedo pero nunca contribuye a un aprendizaje.
Celia Rodríguez Ruiz
Psicóloga y Pedagoga
Psicóloga y Pedagoga
Fuente escuelaenlanube.com
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