Pros y contras. Profesionales de la salud y padres admiten necesidad de reanudarlas, pero inciden en riesgo de enfermedades
Cara y cruz. Ante el anuncio de la Gerencia Regional de Educación (Grell) sobre el reinicio progresivo de las clases para los lunes 10, 17 y 24 del presente —según la afectación en que se encuentren los planteles y sus alrededores—, un grupo de profesionales en salud pública, dirigentes educativos y padres de familia se mostraron a favor y en contra de ejecutar dichas medidas, mientras la comuna y Gobierno Regional no eliminen el polvo de las calles ni solucionen la escasez de agua potable.
El primero en opinar fue el reconocido epidemiólogo Pedro Díaz Camacho, quien advirtió que las ventiscas de polvo contaminado en las calles pueden desatar casos de conjuntivitis en los estudiantes e infecciones respiratorias. “Esta tierra tiene residuos de materia fecal y basura arrastrados desde las quebradas y constituyen un riesgo para la salud de los menores. Las autoridades deben ‘rascar la olla’ y fumigar las escuelas porque el zancudo Culex de los charcos atacan a los fosas nasales y oídos”, aseveró.
Sin embargo, consideró perjudicial el que los alumnos sigan atrasándose en sus clases y advirtió que la asistencia sabatina en la recuperación de las mismas podría tener impacto en el cansancio de escolares y docentes.
A su turno, la especialista en Salud Ambiental, María Díaz Pinillos, dijo que “sería peligroso” reiniciar las labores académicas esta semana porque “nadie puede controlar la dirección del viento ni el polvo que arrastra del exterior”. “Esa tierra es insoportable y no quiero ni imaginarme cómo será en los paraderos; lo mejor sería iniciar a partir del 17 porque los chiquitos ni siquiera saben usar bien las mascarillas. En muchos colegios no habrá agua ni para lavarse las manos”, sentenció.
Pistas debilitadas
La directora del colegio Ramón Castilla Marquesado (Alto Trujillo), Rocío García Villoslada, contó que las viviendas no tienen el recurso hídrico y su escuela tampoco. “Aún no hay garantías de salubridad para los servicios higiénicos; no podemos exponer a los niños”, refirió en tono enfático.
La Industria efectuó ayer un recorrido citadino y detectó que, por ejemplo, las afueras de los colegios Fleming, Claretiano y Modelo lucían con polvo, sacos de desmonte y montículos de arena.
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