Varias veces nos hemos preguntado, cómo es posible que alumnos,
egresados y ejecutivos con las mejores recomendaciones académicas no logran
destacar en sus trabajos escalando en una carrera profesional brillante. Nadie
desea trabajar con ellos, son personas que suelen aislarse y con poca capacidad
de entender y manejar sus emociones. Y en el peor de los casos, con
temperamento desbordados de ira y ansiedad queriendo demostrar su liderazgo y
compromiso a través del “cargo”, y no de la capacidad de movilizar objetivos, reconocer
las motivaciones del equipo y buscar la prosperidad de las personas.
Normalmente, identificó esos comportamientos ausentes de inteligencia emocional
desde el proceso de selección con preguntas enfocadas en conocer las
motivaciones y energía del candidato, explorando experiencias pasadas que me
permitan conocer comportamientos que lo llevaron al éxito o al fracaso. Por
ejemplo: ¿Quién te inspira y por qué?, Si empezaras una compañía mañana,
¿cuáles serían los tres valores más importantes que te acompañarían y por qué?,
¿Qué impresión crees que se llevan las personas que recién te conocen?, ¿Cuándo
te enfadas, sabes exactamente el por qué?. Por el contrario, conocemos personas
que no destacan precisamente por su inteligencia académica, pero son muy felices
creciendo en su carrera profesional, conformando equipos motivados, cumpliendo
los objetivos, celebrando constantemente con humildad y tienen relaciones
personales duraderas, siendo admirados por su Liderazgo, Empatía y elevados
niveles de Motivación.
Varios estudios han determinado que la inteligencia emocional dobla en
importancia al coeficiente intelectual (agudeza mental) a la hora de conseguir
éxito profesional. En el caso de líderes esta proporción es casi del 85%.
Daniel Goleman tiene muchos estudios e investigaciones sobre la inteligencia
emocional.
Entiende tus emociones y actúa desde un contexto real y positivo.
Las personas tienden a molestarse y no saben el ¿Por qué?, no saben
relacionar las emociones con situaciones pasadas para entender su origen, sin
conocer y entender ¿Cuáles son los motivos verdaderos que lo llevan a
estar molesto?. Entonces, cómo podemos actuar en base a una emoción que no la
escucho internamente, entiendo y acepto. “Si no me percato de mis emociones
puedo quedar controlado por las mismas”. El primer paso para no ser
controlado por nuestras emociones es ser consciente de nuestras
fortalezas, debilidades, virtudes y defectos, escribirlas en un papel e
identificar situaciones pasadas donde estuvieron presentes. Esto permitirá
descubrirte como persona siendo consciente de tus recursos para hacer frente a
situaciones complejas o adversas. Frente a una situación que despierte una
emoción positiva o negativa, trata de poner un nombre a esa emoción, intenta
poseer un vocabulario muy amplio para describir la emoción. Las personas con
inteligencia emocional tienen un vocabulario amplio para describir sus
emociones, entenderlas y ponerlas en un contexto equilibrado entre lo racional
y subjetivo. Algunos ejemplos:
1. “Me siento molesto,
fastidiado y enfadado porque no reconocen el logro de la forma que deseaba, a
pesar que di todo de mí en el proyecto. El equipo también estuvo comprometido
para lograr el objetivo”.
2. “Me siento triste,
desmotivado e ignorado porque la persona que me gusta me deja en visto y la veo
conectada al WhatsApp”.
3. “Me siento
contento, orgullo y motivado porque logramos los objetivos y todos dimos lo
mejor de nosotros siendo comprometidos con el proyecto”.
4. “Me siento dolido
porque mis amigos no están cuando yo los necesito”.
Describiendo nuestras emociones con detalle nos pone en un contexto real
para conectarnos con nosotros mismos, y descubrir qué estamos sintiendo y cuál
es el origen de esa emoción. Nos ayudará mucho más de lo creemos, nos dará un
espacio para entender el por qué las personas actúan de esa forma, y
procederemos a actuar desde un contexto nuevo, con un “yo” que visualiza todo
el panorama y siendo conscientes de las emociones involucradas.
Aparecerán posibles escenarios que no teníamos mapeados cuando nos dejamos
llevar por la emoción inicial. Veamos cómo puede cambiar el escenario después
de identificar las emociones detalladamente y siendo conscientes de nuestras
fortalezas y debilidades.
1. “Que aprendizajes
obtuve con el logro de este objetivo”, “será que esta empresa no tiene una
cultura de reconocimiento”, “mi líder no sabe cómo reconocer cuando las cosas
se hacen bien, quizás podría ayudarlo”.
2. “Será que la
persona que me interesa está ocupada atendiendo algo urgente”, “Realmente me
debo poner triste por una persona que no me presta atención”, “es saludable
estar pendiente de la respuesta de una persona que recién estoy conociendo”.
3. “Aparte de estar
contento, que aprendizajes obtuve de este proceso”, “Tengo que felicitar a los
miembros del equipo, lo haré de forma grupal y después de forma individual”.
4. “¿Les dije
realmente a mis amigos que necesitaba conversar con ellos y que era urgente?”,
“será que asumo que ellos tienen poderes especiales para adivinar cómo me
siento”.
Regálate el momento para “poner cara de paisaje o multiplicar” y
después actuar
Estas dos ejercicios, pueden ayudar frente a situaciones que nos llevan
al límite, no reaccionar con ataques de ira, llanto o cualquier otra emoción
desbordada. Nos ayuda a controlarnos y poder pensar bien las cosas antes de
reaccionar de alguna forma que después nos podemos arrepentir. Puedes tener la
razón , la idea genial, pero caíste en la provocación y echaste a perder una
excelente oportunidad para mostrar tu planteamiento que pudo haber sido el
mejor. Es un gran problema entre los jóvenes y ejecutivos que recién asumen
posiciones de liderazgo. Lo mismo ocurre en las relaciones de pareja.
§ Una antigua líder
que respeto y admiro mucho, me dio un excelente consejo de qué hacer mientras
recibía una crítica destructiva o poco constructiva: “Alfredo mientras recibes
un critica pon cara de admirar un paisaje (inmóvil), y trata de entender el por
qué y para qué dice esa persona determinada crítica hacia mi o hacia el
proceso. Entiende y siente detalladamente tus emociones presentes, respira
profundamente y estructura una respuesta objetiva. Ensaya esa mirada frente a
un espejo y veras como funciona. A veces tratamos de ser políticos, pero
nuestro rostro dice todo lo contrario. Muchos líderes tienen ese problema y con
su comunicación no verbal espantan cualquier idea nueva o feeback por parte de
su equipo. Es algo que converso mucho en mis talleres con líderes y jóvenes que
se están iniciando en el mundo laboral o con emprendedores que están
empezando a dirigir personas.
§ En clases de teatro
me enseñaron otro truco frente a situaciones que despiertan emociones
negativas. Mientras la recibes trata de realizar mentalmente una multiplicación
difícil (37*56), y usa ese espacio para respirar, entender y estructurar tu
respuesta a la persona que tienes al frente. Mírate en el espejo la cara que
pones cuando realizas esa multiplicación mentalmente, es muy distinta a la cara
que pondrías cuando recibes una crítica sin hacer la multiplicación.
La inteligencia emocional involucra disciplina y perseverancia
Aparte de conocernos, entender nuestra emociones y la de los demás
(empatía) son varias las actitudes y comportamientos que tenemos que
interiorizar. Te invito a escoger una o dos por mes para empezar a aplicarlo en
nuestra vida personal y profesional. Estas permitirán desarrollar nuestra
inteligencia emocional, conociéndonos un poco más para mejorar la toma de
decisiones e incrementando nuestros resultados y bienestar personal.
§ Aumentar tus
niveles de motivación (persistiendo a pesar de resultados negativos y evitar la
búsqueda de placeres inmediatos que nos desenfocan de nuestra meta mayor).
§ Administrar tus
relaciones (dando el verdadero valor a las situaciones que ocurren y personas
involucradas, es probable que no sea tan grave la situación que sucedió o la
opinión de la persona que las emitió no sea tan importante para nosotros). Tú
das el valor a las palabras de las persona y al evento, tú permites que tanto
te afecten determinadas circunstancias. Algunas veces en las sesiones de
acompañamiento que realizo a ejecutivos me cuentan un evento que sucedió hace
dos semanas con la misma emoción como si hubiera ocurrido hace una hora. El
evento sucedió hace dos semanas y seguimos arrastrando las emociones negativas
que nos desenfocan, desequilibran, paralizan y desgastan emocionalmente.
§ Rodearte de gente
positiva, poner límites y ser firme cuando sea necesario.
§ Saber decir “No”
con sensibilidad y sin arrepentimiento.
§ Elegir de forma
inteligente en que gastar tu energía aprendiendo a gestionar los conflictos con
los demás, valorar y celebrar tus logros personales, mirar el lado positivo de
cada situación sin perder contexto de la realidad, abrir la mente a opiniones nuevas
y distintas, estar dispuesto aprender de los demás y por supuesto hacer
ejercicio de forma regular y disfrutarlo.
“Cualquiera puede enfadarse, eso es algo muy sencillo. Pero enfadarse
con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el
propósito justo y del modo correcto, eso, ciertamente, no resulta tan sencillo”
(Aristóteles)