Es docente de educación física, destacado deportista, excampeón panamericano de Taekwondo y, sobre todo, un ser humano con derechos: El docente José Gregorio Rojas Blanco, de 50 años de edad, fue contratado en la I.E María Inmaculada porque fue el único maestro que se presentó a un concurso para ocupar la plaza de un docente que se encuentra con permiso sin goce de haber. Así, el excampeón panamericano de Taekwondo, comenzó a trabajar el último lunes, haciéndose cargo de 12 secciones de primer grado de secundaria.
José Gregorio proviene de la ciudad de Bolívar (Venezuela). Es esposo de otra docente y padre. Las razones de su llegada a Perú son más que suficientes; la pobreza, la inflación, la dictadura que invade su país lo hizo migrar a Huancayo, una ciudad donde no tenía muchos amigos pero guarda grandes esperanzas.
Reinstalarse en una ciudad que no conocía y bajo los comentarios que pesaban sobre sus compatriotas, José Gregorio Rojas trató de abrirse camino ante las adversidades y sacar adelante a su familia. Con la tristeza de un padre fallecido hace menos de dos semanas y una madre que está tan lejana del país de refugio, el ciudadano venezolano empezó a trabajar en la Institución Educativa.
Su hijo es su razón de vivir y su esposa es la fuerza que impulsa sus días. "Todo lo consulto con ella", dice mientras declara nerviosamente y lamenta los calificativos despectivos con que los tratan en un país que cada día parece hacerse más hostil con los venezolanos.
La noticia de su contrata fue difundida en una conocida radio local y los comentarios despectivos, discriminatorios y xenofóbicos no se hicieron esperar. Pronto el celular de la sub directora de la I.E María Inmaculada, Sonia Mayta Torres, se saturó de llamadas de periodistas quienes cuestionaban la elección de un profesor procedente de Venezuela.
La directora mencionó que hasta el momento el trabajo del docente es bueno y no hay nada que cuestionar a pesar de los comentarios y de la confrontaciones en medios de comunicación. La autoridad educativa se mantuvo firme en dar primacía a la labor del profesor antes que diferenciar entre los colores de una bandera.
José Rojas Blanco no justifica las acciones de sus compatriotas y reconoce que en Venezuela hay mucha delincuencia, que la situación que atraviesan no es la mejor por ahora. Pero lamenta que en Perú sean llamados "venecos" mientras un ciudadano peruano en Venezuela es llamado "hermano peruano" . "No sé de donde viene ese término con el que nos califican, lo desconozco y me preocupa", indica
José Rojas evitó pronunciarse frente a las críticas que giran en torno a su contrato. "Todos somos capaces de todo, no entiendo por qué existe temor; un temor infundado", sostuvo.
José Gregorio proviene de la ciudad de Bolívar (Venezuela). Es esposo de otra docente y padre. Las razones de su llegada a Perú son más que suficientes; la pobreza, la inflación, la dictadura que invade su país lo hizo migrar a Huancayo, una ciudad donde no tenía muchos amigos pero guarda grandes esperanzas.
Reinstalarse en una ciudad que no conocía y bajo los comentarios que pesaban sobre sus compatriotas, José Gregorio Rojas trató de abrirse camino ante las adversidades y sacar adelante a su familia. Con la tristeza de un padre fallecido hace menos de dos semanas y una madre que está tan lejana del país de refugio, el ciudadano venezolano empezó a trabajar en la Institución Educativa.
Su hijo es su razón de vivir y su esposa es la fuerza que impulsa sus días. "Todo lo consulto con ella", dice mientras declara nerviosamente y lamenta los calificativos despectivos con que los tratan en un país que cada día parece hacerse más hostil con los venezolanos.
La noticia de su contrata fue difundida en una conocida radio local y los comentarios despectivos, discriminatorios y xenofóbicos no se hicieron esperar. Pronto el celular de la sub directora de la I.E María Inmaculada, Sonia Mayta Torres, se saturó de llamadas de periodistas quienes cuestionaban la elección de un profesor procedente de Venezuela.
La directora mencionó que hasta el momento el trabajo del docente es bueno y no hay nada que cuestionar a pesar de los comentarios y de la confrontaciones en medios de comunicación. La autoridad educativa se mantuvo firme en dar primacía a la labor del profesor antes que diferenciar entre los colores de una bandera.
José Rojas Blanco no justifica las acciones de sus compatriotas y reconoce que en Venezuela hay mucha delincuencia, que la situación que atraviesan no es la mejor por ahora. Pero lamenta que en Perú sean llamados "venecos" mientras un ciudadano peruano en Venezuela es llamado "hermano peruano" . "No sé de donde viene ese término con el que nos califican, lo desconozco y me preocupa", indica
José Rojas evitó pronunciarse frente a las críticas que giran en torno a su contrato. "Todos somos capaces de todo, no entiendo por qué existe temor; un temor infundado", sostuvo.
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