Actualmente las empresas solicitan un 80% de técnicos para la
producción y sólo 20% de profesionales para la dirección y planeamiento,
según director nacional del SENATI. Construcción, minería y
telecomunicaciones son algunos sectores con demanda. Gobierno alista
reforma de educación técnica.
Cada año más de 350 mil adolescentes a nivel nacional culminan su
educación secundaria y deben decidir qué hacer para tener un futuro
económicamente mejor. Seguir los estudios es lo más sensato, pero no
siempre se escoge la mejor opción.
Muchas veces ingresan a las universidades optando por profesiones que
están colapsadas (abogados y profesores) cuando la realidad del país
requiere otro tipo de oficios, por lo que en los últimos años se ha
revalorado la carrera técnica, que tiene y tendrá un mercado laboral
favorable.
"Numéricamente la demanda de técnicos es mayor a la demanda de otro
tipo de profesionales", sostiene Jorge Castro León, director nacional
(e) del Servicio Nacional de Adiestramiento en Trabajo Industrial
(Senati).
Pero, ¿cuántos y cuáles de estos oficios son necesarios? Según datos
alcanzados por el Senati (que se basa en una encuesta del Ministerio de
Trabajo y Promoción del Empleo) las empresas formales demandarán unos
200.728 nuevos técnicos en el 2015 (ver infografía).
"Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico
(OCDE), a la que estamos aspirando ingresar, lo que el mercado laboral
requiere es 80% de técnicos y 20% de profesionales de dirección,
planificación e investigación. Eso es verificable en realidades como la
nuestra", afirma Castro León.
Tradicionalmente la economía peruana tiene sus puntales en la
construcción, la industria, la minería y la agricultura, cuyas demandas
laborales son constantes, a pesar de los vaivenes del mercado
internacional.
Además con el Plan Nacional de Diversificación Productiva se
promoverán otras actividades poco explotadas (acuicultura, industria de
la madera y otros), que serán conducidas por una clase emergente de
pequeños y medianos empresarios.
"Esto requiere de un buen contingente de técnicos especializados, que
impulsen un crecimiento sostenible de la economía nacional", refiere el
titular de Senati.
Aunque ciertamente lo que más se evidencia es la escasez de técnicos
calificados para los niveles operativos, debido a que pocos jóvenes se
orientan a estudiar carreras con creciente demanda laboral.
La educación técnica en el país está siendo subestimada por los
jóvenes que no conocen las necesidades reales de las empresas. Ante este
panorama las compañías contratan personal extranjero o incurren en
gastos de capacitación.
Según las estadísticas la búsqueda de técnicos en el extranjero ha
producido una inflación salarial entre el 15% y 25% (Amrop Perú, 2013).
Solo en junio del 2014 ingresaron 4.153 extranjeros con visa de trabajo,
19% más en relación a junio 2013 (INEI).
"La educación superior técnica de calidad debe ser promovida entre
los jóvenes como alternativa a la universitaria, ya que el mercado
laboral demanda cada vez más personal especializado en carreras de este
tipo”, añade Castro León.
Una de las razones de este problema es que hay una enorme cantidad de
institutos, pero son pocos los que ofrecen formación técnica de
calidad, siendo las más destacadas Senati, Sencico y TECSUP.
"Tenemos un gran número de institutos, pero hay poca vinculación
entre lo que se enseña allí y lo que se necesita en el aparato
productivo", afirma el viceministro de Gestión Pedagógica del Ministerio
de Educación, Flavio Figallo.
DESFASE EDUCATIVO
Cuando se realizó la Primera Encuesta Nacional de la Juventud,
publicada por la Secretaría Nacional de la Juventud (Senaju) en el 2011,
se conoció que de los 8 millones de jóvenes peruanos, solo el 15,6% ha
llevado estudios universitarios, mientras que el 14,6% ha tenido
estudios superiores no universitarios.
El mismo sondeo indicaba que solo el 22,6% de jóvenes que están
ocupados trabajan en lo que estudiaron, lo que revela un marcado
desajuste entre las carreras que se prepararon y la realidad del mercado
laboral.
"Han pasado más de tres años y todavía faltan los ajustes. Ese es el gran problema que tenemos en el país", dice Castro León.
El director de Asistencia Integral y Monitoreo del Senaju, José
Montalvo, consideró que el Estado no ha tenido una política con respecto
a este tema, por lo que es necesario establecer por dónde debe ir la
educación superior y las prioridades en los planes curriculares de
universidades e institutos.
"Los muchachos están estudiando derecho y administración, sobre todo
en Lima, por lo que no van a tener el mercado laboral adecuado para lo
que han estudiado", explica Montalvo.
Agrega que el 24% de los jóvenes ha estudiado una carrera técnica,
pero de orden administrativo, para los cuales es más complicado
encontrar trabajo.
"En cambio quienes han estudiado carreras técnicas médicas (por las
redes de hospitales y clínicas del país), los electricistas y operarios,
son los que más oportunidades de empleo tienen", indica.
Por regiones
En tanto Jorge Castro sostiene que la profesionalización ya no se debe
hacer por áreas del saber o por disciplina, sino por los requerimientos
que tienen los puestos de trabajo.
Considera que los perfiles de carrera deben diseñarse según las
oportunidades de empleo que hay donde se encuentran los institutos
técnicos, tomando en cuenta las potencialidades que se manejan en estas
regiones o zonas.
"En Chimbote (Áncash) tenemos una carrera sobre productos
hidrobiológicos porque ahí está la industria pesquera. En Cajamarca
comenzamos mantenimiento de maquinaria pesada porque hay minería. Es la
manera como se deben diseñar las carreras", manifiesta.
Al respecto, el Senaju, en su última Guía de Orientación de Estudios,
ilustra que entre las carreras técnicas más estudiadas están las
relacionadas con las ciencias físicas, químicas, matemáticas,
estadísticas e informática.
En segundo lugar se encuentran las carreras relacionadas con electricidad, ingeniería y afines.
POR SECTORES
En la minería hay una cartera de inversiones por US$ 60.938 millones
en diversos proyectos para los próximos años, que permitirán recuperar
la dinámica de este sector. Pero hace falta técnicos en metalmecánica,
electricidad, topografía, mantenimiento y manejo de maquinaria pesada,
manejo de explosivos y seguridad industrial.
También la construcción de obras de infraestructura (carreteras,
puertos y aeropuertos), vivienda, centros comerciales y hoteles en el
país, así como los proveedores de cemento, mayólicas, ladrillos y
fierro, entre otros, precisan mano de obra intensiva de técnicos en
concreto y asfalto, albañiles, carpinteros, electricistas, plomeros y
especialistas en manejo de gas.
La expansión de las telecomunicaciones en el Perú presenta
oportunidades laborales. Según un informe del INEI hasta setiembre del
2014, el 85% de las familias en el Perú contaba con celulares, el 26,6%
disponía de teléfono fijo, el 35,7% tenía televisión por cable, y solo
el 22,7% tenía internet en sus hogares, por lo cual este dinámico sector
requiere de técnicos electrónicos e informáticos, así como expertos en
redes, telemática y seguridad informática.
Estos son sólo algunos ejemplos, pues también hay buenas
oportunidades en la agroindustria, textiles, sector energético y la
industria de hidrocarburos.
Reforma de la educación técnica
- Así
como lo hizo con las universidades, el Gobierno prepara un proyecto de
ley para mejorar los institutos tecnológicos. El Ministerio de Educación
(Minedu) lo tendría listo a fines de febrero y lo enviará al Congreso
para que sea debatido y aprobado.
- El viceministro de
Gestión Pedagógica del Minedu, Flavio Figallo, dijo que se propondrá que
los egresados de los institutos técnicos puedan realizar estudios de
posgrado en las universidades.
- Destacó que en otros
países los institutos tienen el mismo rango que las universidades y
compiten unos con otros, lo que no significa que haya una igualdad en
todos los niveles, sino que existe una convergencia.
- Agregó que lo que se
busca con la reforma de la educación superior técnica y tecnológica es
su fortalecimiento, para orientarla y vincularla con los sectores
productivos del país.
CLAVE
A pesar de que en el 2014 la economía peruana creció alrededor de
2,8%, en los próximos años se tendrá un dinamismo mayor por las grandes
inversiones en infraestructura, minería, agroindustria, energía y
telecomunicaciones.