Un grupo de investigadores se dio a la tarea de investigar el impacto de las tareas escolares domiciliarias en la vida diaria y halló que el estrés familiar aumenta conforme se incrementa la carga académica de los hijos.
Para ello, estudiaron a 1,173 padres de habla inglesa e hispana en Rhode Island (Estados Unidos), con hijos que cursan la primaria y secundaria.
Se focalizaron en la “regla de 10 minutos”, principio establecido por el sindicato de maestros (NEA, por sus siglas en inglés) en el 2006 y que sostiene que el tiempo que deben pasar los niños haciendo tareas debe ser equivalente al año que cursan, multiplicado por 10.
Así, un niño de primer grado no debería pasar más de 10 minutos diarios haciendo tareas, uno de séptimo (primero de secundaria) puede pasar 70 minutos, así sucesivamente.
De hecho, el estudio, publicado en la revista “American Journal of Family Therapy”, descubrió que los niños de escuela primaria reciben tres veces más tareas de las recomendadas por la regla de los 10 minutos.
“El estrés familiar (…) se incrementó a medida que aumentó el peso de los deberes y disminuyó la percepción de los padres sobre su capacidad de ayudar”, indicó el reporte.
“La percepción de la carga de las tareas también varió de forma significativa según se trate de angloparlantes o de aquellos cuya lengua materna es el español, al igual que entre padres con educación básica y los que tienen educación superior”, añadió.
La investigación recomienda aplicar mejor la regla de los 10 minutos y dar tareas domiciliarias que impliquen que los padres puedan aconsejar, pero que no deban ser tutores especializados.
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