El número de alumnos matriculados por aula será determinante para
definir la cantidad de plazas asignadas a cada centro educativo.Maestros
que no tengan alumnos en cierto plantel serán reubicados en otros
colegios para optimizar el servicio. Docentes que renunciaron a la CPM y
no presentaron falta alguna podrán reingresar a su mismo nivel.
En adelante en los colegios públicos del país no faltarán docentes en las aulas, pero tampoco sobrarán. Por lo menos así lo establece la nueva Ley de Reforma Magisterial en su capítulo XV referido a la Racionalización de Plazas, un proceso que será permanente, obligatorio y prioritario para optimizar el servicio educativo.
Allí se indica que tanto las Direcciones Regionales de Educación (DRE), Unidades de Gestión Educativa Local (UGEL) e instituciones educativas deberán identificar las excedencias y necesidades de plazas de personal docente de los colegios públicos, para equilibrar la oferta y la demanda educativa.
Además, el reglamento establecerá el procedimiento de racionalización, teniendo en cuenta la modalidad y forma educativa, la realidad geográfica y socioeconómica, así como las condiciones pedagógicas, bajo responsabilidad y limitaciones de la infraestructura educativa.
Si bien algunos maestros sostienen que esta medida provocará el cierre de algunos planteles del interior del país, donde la cantidad de alumnos en las aulas es mínima, el experto en temas educativos Idel Vexler asegura que esta será una medida saludable si tiene que ver con mejorar la posibilidad de que todos los alumnos sean atendidos a fin de que se defienda el derecho del niño a educarse.
Igualmente se piensa en reubicar a los maestros que no tienen alumnos a otro plantel donde sí los tendrá, pero sin afectarlos económicamente ni alejándolos de la jurisdicción a la cual pertenecen ni de su especialidad.
Sobre la preocupación de los maestros, Vexler recordó que a inicios del 2000, con el criterio de la racionalización, muchos planteles unidocentes y multigrado fueron cerrados porque solo había un número reducido de estudiantes, con lo cual se atentó contra el derecho de los alumnos.
"Hubo una norma que decía que tenían que haber como mínimo 25 alumnos, pero el Ministerio de Educación cambió esa norma y ahora basta con que haya uno o dos niños que no se pueden reubicar para que su colegio siga en funcionamiento", explicó tras advertir que este proceso de racionalización no puede verse en función de ahorrar dinero.
En adelante en los colegios públicos del país no faltarán docentes en las aulas, pero tampoco sobrarán. Por lo menos así lo establece la nueva Ley de Reforma Magisterial en su capítulo XV referido a la Racionalización de Plazas, un proceso que será permanente, obligatorio y prioritario para optimizar el servicio educativo.
Allí se indica que tanto las Direcciones Regionales de Educación (DRE), Unidades de Gestión Educativa Local (UGEL) e instituciones educativas deberán identificar las excedencias y necesidades de plazas de personal docente de los colegios públicos, para equilibrar la oferta y la demanda educativa.
Además, el reglamento establecerá el procedimiento de racionalización, teniendo en cuenta la modalidad y forma educativa, la realidad geográfica y socioeconómica, así como las condiciones pedagógicas, bajo responsabilidad y limitaciones de la infraestructura educativa.
Si bien algunos maestros sostienen que esta medida provocará el cierre de algunos planteles del interior del país, donde la cantidad de alumnos en las aulas es mínima, el experto en temas educativos Idel Vexler asegura que esta será una medida saludable si tiene que ver con mejorar la posibilidad de que todos los alumnos sean atendidos a fin de que se defienda el derecho del niño a educarse.
Igualmente se piensa en reubicar a los maestros que no tienen alumnos a otro plantel donde sí los tendrá, pero sin afectarlos económicamente ni alejándolos de la jurisdicción a la cual pertenecen ni de su especialidad.
Sobre la preocupación de los maestros, Vexler recordó que a inicios del 2000, con el criterio de la racionalización, muchos planteles unidocentes y multigrado fueron cerrados porque solo había un número reducido de estudiantes, con lo cual se atentó contra el derecho de los alumnos.
"Hubo una norma que decía que tenían que haber como mínimo 25 alumnos, pero el Ministerio de Educación cambió esa norma y ahora basta con que haya uno o dos niños que no se pueden reubicar para que su colegio siga en funcionamiento", explicó tras advertir que este proceso de racionalización no puede verse en función de ahorrar dinero.
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