En busca de la identidad. Para el
exdecano del Colegio de Psicólogos de nuestra región, Manuel Vargas
Achón, el ciudadano liberteño promedio es alegre, pícaro y creativo, ya
que siempre busca oportunidades para plasmar sus ideas innovadoras.
Según el experto, “nos gustan las polladitas” y buscamos una forma
particular de divertirnos.
Además, agrega que somos fans
enamorados de los pasacalles, caminatas, celebraciones costumbristas,
procesiones religiosas, desfiles y demás parafernalia huachafa que
masajee nuestro ego y nos vuelva hijos de la figuración.
“Somos un pueblo que celebra, que gusta mucho de los gastos
superfluos, de las vanidades,de los lujos materiales; así como
medianamente conformistas. Si hacemos una revisión sociocultural desde
que fuimos conquistados por España, nos daremos cuenta de que el
santoral tiene un santo que celebrar cada15 días y eso se debe al
arraigo cristiano. En La Libertad hay infinidad de cofradías, somos una
de las pocas regiones con procesiones apoteósicas, que detienen calles,
avenidas y trabajos, sino, basta ver cómo las empresas ponen altarcitos
que forman parte de cada idiosincrasia”, explica.
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