Lo que los estudiantes deben conocer de la Ley Universitaria

 

      El último jueves se aprobó por una escasa mayoría la nueva Ley Universitaria, que para algunos es un avance y para otros significa el retroceso a las épocas de Juan Velasco Alvarado por su espíritu estatista y controlista.
       A continuación los principales cambios, para que los lectores saquen sus propias conclusiones:

-Eliminación del bachillerato automático. Las personas que inicien sus estudios universitarios después de promulgada la nueva Ley Universitaria para obtener el grado de bachiller deberán aprobar todos sus créditos de pregrado, así como realizar una investigación a modo de tesina y dominar un idioma extranjero o una lengua nativa. Para alcanzar la licenciatura se requiere del bachillerato y presentar una tesis o un trabajo de suficiencia profesional. No se permitirá que un bachiller que termina en una universidad pueda sacar su título en cualquier lugar del Perú. Había universidades que sólo se dedicaban a sacar título de manera irregular.

-Se pone fin a los estudiantes “eternos”. En adelante, los alumnos que desaprueben tres veces el mismo curso serán separados de la universidad. Si quiere ser representante estudiantil en una universidad pública, debe ser parte del tercio superior. Habrá fondos para que se pueda concursar por proyectos educativos.

-Docentes con maestría. Los docentes deberán contar como mínimo con el grado de maestría. Tendrán un plazo de cinco años para adecuarse a esta exigencia. A quienes lo hagan, se les mejorará sus remuneraciones. Entre el 30 al 25% del cuerpo docente de una universidad deberá dedicarse a tiempo completo a su trabajo. El docente que promueva y dinamice la investigación universitaria será remunerado con un 50% más. Las autoridades universitarias tendrán que poseer postgrados académicos firmes, no de medio tiempo. Los miembros del consejo deberán tener grado de doctor.

-Voto universal para elección de autoridades. Se instaura el voto universal, es decir, los rectores y vicerrectores tendrán que ser elegidos por voto obligatorio, personal, directo y secreto, y no podrán reelegirse inmediatamente. Se deja en libertad a las universidades privadas sin fines de lucro para que ellos organicen su propio gobierno internamente. Se da nueva conformación de las Asambleas Universitarias. Se elimina el vicerrectorado de Administración por una Gerencia Administrativa Profesional y se incluye el Vicerrectorado de Investigación.

-Requisitos mínimos. Para que se cree una nueva universidad, esta tiene que reunir requisitos básicos y mínimos de calidad, de lo contrario no se le otorgará licencia: infraestructura adecuada y personal docente calificado. No podrán funcionar en mercados, garajes o centros comerciales. Habrá reevaluación de todas las universidades existentes. Se evaluará qué universidad merece seguir siendo llamada como tal. Se le dará plazos para que incremente su calidad, de lo contrario será cerrada.

-Adiós a la ANR. Se crea la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu) que tendrá un representante del Ministerio de Educación y estará adscrita a este portafolio, es decir, con autonomía administrativa y presupuestal. Está compuesta por siete miembros: un representante del Concytec, universidades públicas, privadas y dos personalidades. Todos ellos serán elegidos por concurso público.

-Pagarán tributos. Las universidades privadas con fines de lucro que generan utilidades no estarán exoneradas de las normas tributarias y deberán pagar el Impuesto a la Renta. Salvo que  reviertan en mejorar la calidad educativa (podría acceder a un crédito tributario de 30% del monto reinvertido). Esto será supervisado por la Sunedu.