El
cerebro es el generador de las ideas y el almacenador de los
conocimientos que adquirimos a diario. Sin embargo, como todo en la
vida, si no lo “ejercitamos” no servirá de mucho. Factores como el
cansancio mental pueden jugar en contra. Aquí unos hábitos pueden ayudar
a “mantenerlo en forma”.
Aunque se crea que ayuda en lo físico,
los ejercicios producen efectos que ayudan al aprendizaje y la
memoria, al hacer crecer las sustancias neurotróficas, que son
desengrasantes del cerebro.
La lectura es el mejor ejercicio para el cerebro, porque ayuda a generar numerosos procesos mentales.
Meditación.
Científicos de la Universidad de
California sostienen que dos semanas de entrenamiento en meditación
mejoraron la capacidad de memoria operativa de un grupo de
estudiantes, así como su comprensión de lectura y reducir los desvíos
del pensamiento.
Rebeca M. C. Spencer, de la Universidad
de Massachussets, indicó en un estudio que el sueño influye en la
memoria, pues ayuda a consolidar los recuerdos y seleccionar las
informaciones que serán descartadas.
Alimentación.
Una alimentación saludable ayuda a nuestro cerebro a un rendimiento óptimo, potenciando la memoria y creatividad.
Mantener un círculo social con amigos y disponer de una red amplia ha demostrado estar relacionado con la memoria.
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