Tras sostener una reunión con rectores de universidades públicas y privadas, el expresidente Alan Garcíacuestionó la aprobación, en la Comisión de Educación, de los 16 capítulos de la nueva Ley Universitaria.
“Los rectores han expresado su alarma ante un proyecto de ley que ha sido aprobado de manera precipitada y que significa la amenaza de un grave retroceso de la libertad de pensamiento y en el sistema universitario de nuestro país”, dijo a RPP Noticias.
“Seguramente, la educación universitaria no es la mejor, pero no pueden proponerse soluciones que signifiquen empeorar su situación y mucho menos ponerla bajo una bota o bajo el poder político”, agregó.
En ese sentido, García Pérez recordó que la nueva Ley Universitaria contempla la inclusión de una superintendencia que fiscalizará a las casas de estudio, algo que -en su opinión- deja a las universidades en manos del Ministerio de Educación, “que es un ente político”.
“El proyecto que ha sido aprobado es gravísimo porque crea una llamada Superintendencia de la Educación Universitaria en manos del Ministerio de la Educación, que es un ente político que siempre obedece al presidente de turno”, comentó.
“Esto significa que queda atrás la libertad de cada universidad y en adelante está sometida a las decisiones de este organismo burocrático y político”, agregó, tras señalar que el único antecedente es el CONUP, “creado durante un régimen dictatorial”.
“Los rectores han expresado su alarma ante un proyecto de ley que ha sido aprobado de manera precipitada y que significa la amenaza de un grave retroceso de la libertad de pensamiento y en el sistema universitario de nuestro país”, dijo a RPP Noticias.
“Seguramente, la educación universitaria no es la mejor, pero no pueden proponerse soluciones que signifiquen empeorar su situación y mucho menos ponerla bajo una bota o bajo el poder político”, agregó.
En ese sentido, García Pérez recordó que la nueva Ley Universitaria contempla la inclusión de una superintendencia que fiscalizará a las casas de estudio, algo que -en su opinión- deja a las universidades en manos del Ministerio de Educación, “que es un ente político”.
“El proyecto que ha sido aprobado es gravísimo porque crea una llamada Superintendencia de la Educación Universitaria en manos del Ministerio de la Educación, que es un ente político que siempre obedece al presidente de turno”, comentó.
“Esto significa que queda atrás la libertad de cada universidad y en adelante está sometida a las decisiones de este organismo burocrático y político”, agregó, tras señalar que el único antecedente es el CONUP, “creado durante un régimen dictatorial”.
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